Es un préstamo a mediano o largo plazo que se otorga para la compra, ampliación, reparación o construcción de una vivienda, compra de sitios, oficinas o locales comerciales. La propiedad adquirida queda en garantía o hipotecada a favor del banco, para asegurar el cumplimiento del crédito y por eso este crédito lleva esa denominación.
En esta figura, que no es más que un momento del calendario inmobiliario, el comprador adquiere una propiedad previa a su construcción o durante el proceso, y mientras la paga a un precio inicial se prepara para habitarla a momento que el desarrollador entregue las llaves. Aquí a oportunidad esta representada por el precio de venta, en el supuesto de que una vez acaba la construcción valdrá 10% o 15% más.
Es el proceso de poner en subasta pública el inmueble de un propietario que no pudo pagar el monto a una institución financiera; se revende la parte que no se pagó del crédito otorgado a aquel que no logró liquidar la deuda; es decir, cuando se despoja al primer acreditado de la propiedad por falta de pago, la financiera vende los derechos de una hipoteca a un tercero, porque el banco lo único que requiere es recuperar el resto de la cantidad otorgada en el crédito.
Cuando el vendedor y el comprador se ponen en contacto y ellos mismos realizan la negociación, sin intermediarios, agencia inmobiliaria o de bienes raíces; ellos, por tanto, serán responsables de todo el proceso y nadie prestará servicios adicionales para visitar al notario o realizar los trámites correspondientes.
Cuando el vendedor o el comprador se valen de los servicios de un agente inmobiliario o de bienes raíces, corredor o simplemente intermediario, quien a su vez gana una comisión por cerrar el trato. Gracias a su experiencia te llevará de la mano durante todo el proceso y ya sea que trabaje de manera independiente o forma parte de alguna agencia.